Abanderado del farm to table, el chef de Blue Hill encuentra incluso en tiempos como estos semillas para seguir sembrando un movimiento en el que los cocineros asuman la responsabilidad que supone llevar puesta una chaquetilla: trabajar la tierra, ahondar en biodiversidad, trabajar lo local y, por supuesto, entender que algo solo es delicioso cuando es bueno para el cuerpo y el territorio.

La comida como arma inmunizadora
Sobremesa con Dan Barber, la cocina como agente de cambio
Miércoles 17
19h